Pequeñas peripecias de la vida cotidiana

domingo, 23 de septiembre de 2007

Preguntarte cuál será el destino final de esas pestañas que se te metieron en el ojo y no te pudiste sacar.

2 comentarios:

Ra dijo...

jajaja!!! es dedicado este post???

Ciclotimia

Trocamundos dijo...

El cerebro, obvio. Ah! ¿no?