Pequeñas peripecias de la vida cotidiana

lunes, 1 de octubre de 2007

Pedir en un restaurante y, al momento de recibir los platos, lamentarse por no haber pedido lo de otro comensal.

3 comentarios:

Ra dijo...

nunca me paso... pero... nunca digas nunca!

Trocamundos dijo...

seguro!!!

Stella dijo...

Siiiiii, no hay nada mas rico que lo del plato ajeno! Y lo mejor de todo, es que comer de plato ajeno no engorda! Todo el mundo sabe que las calorías de cada plato engordan solo a su dueño!!
Je!!